Es un hecho. Los libros electrónicos están abriéndose camino y de forma masiva. Gracias a la aparicion de tablets de tinta electrónica (el Kindle de Amazon, por ejemplo), así como de muchas otras tabletas de precio asequible para el gran público (Google Nexus entre otras), la los libros electrónicos en estos dispositivos va en aumento. Y la prueba está en que en mis desplazamientos desde casa a Barcelona y a la inversa, cada día veo más gente leyendo en una tablet.
Me encanta leer y me encanta el tener un libro entre mis manos. Es una gran experiencia el ir pasando las páginas de un buen libro que te haya cautivado. Y eso me hizo retrasar el hecho de comprarme una tablet para leer. Acostumbrado a la ingrata experiencia de leer cientos de documentos Pdf o Word en mi PC o portátil, tenía dudas, no estaba seguro de si me iba a gustar la experiencia de leer y pasar (virtualmente) las páginas de un libro electrónico. Pero al final, el hecho de intentar ser prácticos me llevó a adquirir una tablet y comprar algunos títulos que consideraba atractivos. Después de un año leyendo únicamente libros en mi tablet, he de afirmar que la experiencia es muy buena. Si el libro es bueno, si te gusta, da igual al final el soporte. Te vas a ver inmerso de igual forma en la trama de la historia. Con la ventaja de que si te gusta leer mucho, como es mi caso ya que no solo leo un solo libro, sino que leo varios a la vez, los llevo todos dentro de mi tablet y no tengo que ir paseándolos cada día ni sufriendo su peso (acostumbran a ser libros de más de 500 o 600 páginas cada uno). En casa también lo agradezco, ya que no he de buscar espacio cada cierto tiempo para ir ampliando mi extensa librería, de más de 300 volúmenes a día de hoy. La otra ventaja importante es que un libro electrónico cuesta, en algunos casos, hasta un 50% menos que el mismo ejemplar en papel.
No obstante, esto no quiere decir que tengamos que reemplazar el libro de toda la vida por el libro digital. Hay espacio para todo.