Ultimamente, a raíz del caso Snowden, han salido a la luz numeros noticias sobre el espionaje en las telecomunicaciones que han llevado a cabo numeroso gobiernos (EEUU, Francia, Alemania, etc.) y hemos puesto el grito en el cielo al conocerlo. ¿Quizás nos esperábamos que lo de espiar era solo cosa del cine?
Está claro que lo que no pueden hacer los servicios de inteligencia es recopilar información de los ciudadanos, sin una orden judicial. No obstante, la eclosión tecnológica que hemos vivido en los últimos años han permitido que vayamos dejando nuestro rastro en internet hagamos lo que hagamos con la mayoría de servicios masivos actuales. En Facebook explicamos nuestra vida, tanto a través de palabras como en imágenes, los móviles a través de los que hacemos esas fotografías pueden marcar cada una de ellas con la posición GPS donde se ha tomado, imágenes que también subimos a Instragram, por lo que cualquiera puede saber en qué fecha y hora se tomaron dichas fotografías.
Además, los usuarios de los mismos móviles que esten logueados con una cuenta Google o usen sus servicios, verán como Google puede mostrar en pantalla sus itinerarios a través de la triangulación de las antenas de telefonía. Este último punto se puede comprobar en https://maps.google.com/locationhistory/b/0. Si introducimos esta URL en el navegador, podremos ver por cada día la ruta que hemos seguido y a donde hemos ido, con un error de 500 metros.
Por sorprendente que también parezca, hace unas semanas LG confirmó que a través de sus televisores con tecnología SmartTV, obtiene datos de los canales que miran sus usuarios, los ficheros que tienen en las memorias USB y los discos rígidos que conectan a su televisor. Todo ello, según el fabricante, para poder personalizar la publicidad, por ejemplo, a los gustos de cada persona. Pero la cosa va más lejos. A petición de un fabricante de televisores, que encargó un test de seguridad a una empresa experta, a día de hoy ya se ha conseguido hackear televisores, acceder a la cámara que llevan algunos incorporadas y grabar a quien éste mirando la televisión en ese momento.
Puestos a lanzar teorías conspirativas, qué mejor para un servicio de inteligencia que la gente, los propios ciudadadanos, nos hayamos vuelto locos comprando móviles de última generación que pueden ser rastreados incluso desde un simple navegador, que estemos inundando nuestras casas con SmartTV (10 millones en todo el estado Espanyol) a través de los que nos pueden ver cuando quieran y que expliquemos nuestra vida a través de los diferentes servicios que empresas americanas han creado en Internet. ¡El mundo ideal de cualquier servicio de inteligencia de cualquier país! Que ni se molesten en investigar porque nosotros mismos proveemos la información.
Recordemos que la mejor forma de no estar en internet, es definitivamente, no estarlo.